Las empresas del sector alimentario, necesitan mantenerse a la vanguardia para poder satisfacer la demanda de productos. No solo por las intolerancias alimentarias, sino también por las exigencias de los consumidores que cada vez tienen más conciencia de la importancia que tienen los alimentos naturales y su incidencia en nuestro bienestar físico y mental.
En términos cuantitativos, supone el acceso a un mercado con un ritmo de crecimiento cercano al 10% anual, derivado de las nuevas necesidades y exigencias de los consumidores, cuyas cifras son cercanas a los 43.000 millones de euros en exportaciones.
En términos cualitativos, los beneficios se derivan de la imagen de marca, así como el reflejo de una empresa que respeta la tradición, la cultura y la atención de la sociedad.